lunes, 29 de agosto de 2016

Nunca apagues la luz

¡Hola a todos! Hace unos días cumplí un propósito que llevaba teniendo bastante tiempo: ver una película de miedo.
Y es que no, nunca había probado el cine de terror, pero sí había disfrutado de juegos de este género, por lo tanto iba mentalizada de lo que podría pasar.


Hace tiempo que Rebecca se fue de casa. La joven estaba    convencida de haber dejado atrás sus miedos de la infancia, al    fin y al cabo, ¿qué niño no ha temido la oscuridad y lo que en    ella puede ocultarse? Pero ahora, su hermano pequeño Martin      está experimentando los mismos escalofriantes sucesos que casi   le hicieron perder la cordura a ella. 

Ambos ven amenazada su seguridad al ser perseguidos por una  extraña y peligrosa criatura que solo aparece cuando reinan las  sombras. Sin embargo, Rebecca está decidida a hacer frente al  peligro y descubrir así la realidad que se oculta detrás de los  aterradores incidentes.


Esta es la prometedora reseña del nuevo título de David F. Sandber. Además, el trailer se ve bastante escalofriante, por lo tanto me esperaba más de un susto, lo que hizo que me llevara una decepción muy grande.

Los actores no lo hacen nada mal, pero en mi opinión la historia es el punto débil. 
No he conseguido sentir miedo, ni si quiera el ambiente creaba la suficiente tensión como para asustarme o inquietarme. Muchos "giros" que había en una escena para causar este efecto eran muy predecibles; un pomo que se gira, una puerta que se cierra, las luces se apagan... ( y recordemos que nunca había visto una película de terror antes)


Creo que ahí es donde falla la película; si hay luz no va a haber tensión. Es algo que se establece en los dos primeros minutos de la película y, como ya lo sabemos, en la parte de la trama que es de día no va a ocurrir nada, pues es imposible que aparezca el único personaje que se encarga de crear tensión.

Buscaba una película que me pegase sustos y creara una sensación de inquietud, una que por la noche me hiciera quedarme en la cama a pesar de querer ir al baño.
Nunca apagues la luz es otra película más. Su final es muy predecible y no consigue envolver al público en la atmósfera que pretende crear. 





El personaje causante de todos los incidentes tiene unos motivos un poco vagos para hacer todo lo que hace y se desvela demasiado su historia. A mitad de la película ya lo sabemos todo sobre dicho personaje y el único misterio que había en la trama desaparece.

Y sí, a lo mejor es culpa mía pues soy incapaz de asustarme con esta fórmula, y a lo mejor vosotros sí os conseguís asustar, pero es cierto que no todo es malo en esta película; los personajes son buenos y cuando no intenta asustar nos cuenta los problemas de una familia con dificultades y como cada integrante de esta los intenta arreglar y se enfrenta a ellos a su manera.

Además, considero que el ritmo es muy bueno, porque al durar sólo 81 minutos no le da tiempo a ser lenta, pero el final se siente muy precipitado y poco impactante para toda la historia que se crea.

Este título me ha dejado indiferente; no me he sentido inmersa en el ambiente de terror y todos los giros son muy predecibles. Además me esperaba algo más ambicioso como final...


¿La habeis visto ya? ¿Qué os ha parecido? ¡Contádmelo en los comentarios!

-Lyra

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Maira Gall